Viajar + viajar – Carolina Dalmastro

Por Coni Rosman

Coni nos acerca esta vez las postales tan personales de Croacia y Eslovenia de Carolina Dalmastro.

Carolina Dalmastro nació en Buenos Aires hace 33 años, se graduó en Sociología en la UBA y se relaciona con la fotografía desde pequeña.

A los 9 años su papá le regaló una Kodak Instamatic 77x y la llevó al Hipódromo de trote en Hurlingham, para aprender a sacar fotos. Allí aprendió a hacer barridos. Muchos años después, durante su tiempo en el Fotoclub aprendió la técnica de laboratorio. En la actualidad tiene su propio laboratorio y asiste a distintos talleres, de edición,  iluminación, etc.

Sobre su vinculo con la fotografía confiesa que le da una sensación muy profunda de felicidad y taquicardia. Querer guardar las imágenes en una especie de envase así siento que existen o al menos permanecen un rato más y tal vez otros las puedan ver.

Actualmente está realizando fotografías del barrio de su infancia. Un barrio del conurbano lleno de historias y con una arquitectura bastante particular. Hice una serie pero no llegué a tiempo a la Feria esta vez. Sigo haciéndome esas preguntas.

La feria es Feria de Fotolibros de Autor, en la que en 2011 su fotolibro Coquetas fue seleccionado, y fue la primera vez que expuso algo de su autoría.

 

 

Sobre las fotos:
Las fotos son del 2010. Me fui de viaje 2 meses a Europa y a pesar de no estar en la ruta del viaje, por cuestiones varias, terminé pasando unas semanas en Europa del Este. Con mi familia de Trieste fuimos al pueblo de mi abuelo en Slovenia que se llama Branik y cerca de ahí está Stanjel. Estos pueblos están en un valle hermoso lleno de viñedos y son tan chicos que los vecinos dejan frascos de miel para la venta y, si te llevás alguno, podés dejar el dinero en una latita que después pasan a buscar.

Después fui a Ljubljana, capital de Slovenia, y a Pula, en Croacia. Fue muy movilizante visitar las ciudades de las que vengo dado que podía identificar muchas cosas por los relatos de mis abuelos, especialmente la comida, a pesar de no tener conocimiento alguno de los idiomas. Quise registrar todo lo familiar y la extrañeza que eso mismo me generaba.

La cámara que usé es una Nikon D5000, reflex digital básica y luego las filtré en PS.

Para más información:
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Sobre Coni Rosman:

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