Un recuerdo del BAFICI (y algo de lo que se viene)

Por Vicky Caracoche

Se nos fue el BAFICI, pero Vicky Caracoche nos dejó una selección de las películas nacionales que pasaron por las salas porteñas.

Pasó la 17° edición del BAFICI plena de películas de todas partes del mundo, con estéticas y propuestas disímiles e innovadoras. A continuación, una breve reseña de tres películas argentinas muy interesantes que pasaron por el festival:

EL INCENDIO:

Quien conoce las dulces mieles del amor también conoce la monstruosa y cruel contracara de ese sentimiento pleno que alguna vez existió.
Aquí tenemos una pareja en tensión constante. Todo comienza con la inminente compra de un departamento y los movimientos y estrategias que conllevan tener tanto dinero encima. Pero esto es sólo una excusa.
Durante las veinticuatro horas que dura la trama de la película, la tirantez inicial irá desnudándose para mostrar una relación decadente y enferma. Un vínculo que se deshace brutalmente entre cajas de mudanza y fajos de billetes.
El director (Juan Schnitman) urga en la psicología de una pareja que se relaciona desde la agresividad y la manipulación. Entre ellos hubo amor, pero hoy ni saben lo que le pasa al otro. En ese devenir, no hay protagonistas, ya que la posta de ese círculo de violencia íntima la toman ambos.
La historia se completa con una fuerte presencia del sonido acentuando la carga nerviosa y con el intenso trabajo de los actores, que a través de largos planos secuencia llevaron adelante escenas híper realistas de mucha tensión y violencia.
¿Es posible llegar tan lejos? Es la pregunta que da vueltas ante el espejo del desamor. Sin embargo, ese espejo nos puede mostrar una cara que ni nosotros conocemos.
Esta película ganó el premio de la crítica del Festival Internacional de Cinema d’Autor de Barcelona y se estrena en Buenos Aires los últimos días de mayo.

Ficha técnica: Argentina (2015 – 95 min). Dirección: Juan Schnitman. Guión: Agustina Liendo. Dirección de fotografía: Soledad Rodríguez. Montaje: Andrés Estrada. Dirección de sonido: Federico Esquerro y Santiago Fumagalli. Reparto: Pilar Gamboa, Juan Barberini y otros.

MAR:

Muchas veces las vacaciones sirven para ratificar o rectificar decisiones, relaciones, o el rumbo de nuestra vida. En Mar hay un poquito de cada una de estas opciones.
Martín y Eli se van de vacaciones a la costa. Una playa de poca gente, tranquila. Se hospedan en una casa comunitaria y allí pasan sus días, entre el zodíaco, la guitarra y el silencio de la apatía.
No existe un conflicto aparente entre ellos, pero Eli se quiere ir. Y Martín, “Mar” para todos, no reacciona. Los tópicos que rondan las charlas, íntimas y sociales, giran siempre en torno a la maternidad.
Eli quiere una familia, hijos, crecer. Pero a Mar no le sale, todavía es muy niño y muy hijo para ser padre. Aún depende de su madre para resolver casi todo, porque él es un espectador.
La madre completa un triángulo de relaciones sensibles y desparejas al instalarse con ellos y romper la rutina playera.
Es una película plena de encuadres raros, desparejos. La cámara cuenta por sí sola y es, a pesar de la acción y los personajes. Planos de espaldas, gestos ocultos y la importancia vital del fuera de campo marcan una estética particular definida por la directora (Dominga Sotomayor).
Martín escapa de las presiones, vuelve al útero y no oye nada, salvo el agua que lo invade en cada zambullida, marcando una sensorialidad que relaja al espectador sin aproximarse a mayores conflictos.
Hay un dato interesante y es que durante el rodaje sucedió la trágica caída de un rayo en una playa de Villa Gesell, y esta situación forma parte de la película como una circunstancia más de estas extrañas vacaciones.

Ficha Técnica: Chile-Argentina (2014 – 60 min). Dirección: Dominga Sotomayor. Guión: Dominga Sotomayor, Manuela Martelli, Lisandro Rodriguez, Vanina Montes. Dirección de Fotografía: Nicolas Ibieta. Sonido: Julia Huberman. Montaje: Guillermo Rodriguez. Edición: Catalina Marin. Reparto: Lisandro Rodriguez, Vanina Montes, Andrea Strenitz.

LA MUJER DE LOS PERROS:

El conurbano bonaerense. Descampados. Un arroyito. Basurales. Vagabundeando por esos confines, anda ella, junto a sus perros.
La mujer busca con qué sobrevivir. Recorre el barrio y rastrea agua, comida, botellas, cualquier cosa que le sirva para su rudimentaria subsistencia. Habita una casilla armada con desechos, pero se las arregla muy bien. Su única compañía son sus siete u ocho perros, y son su único canal de afecto.
Vive el verano y aprovecha el otoño para reforzar su choza y prevenir las inclemencias del invierno, que padecerá junto al vaho de sus mascotas. La primavera llegará y ella seguirá digna en su miseria y en su silencio, caminando, buscando, mirando el río y el atardecer.
Nosotros la observamos en su cotidianeidad y ella también observa, contempla, quizá recuerda un pasado que el espectador nunca conocerá, como tampoco se sabrán las circunstancias que la llevaron a esta vida.
Un par de personajes se asoman para ayudarla, para recordarle que todavía es humana, es persona en una sociedad despersonalizada.
La película es tiempo presente y constante y como consecuencia de ello, hay un no-relato dentro del relato que puede quedar en lo mero estético, sin emociones ni conflictos. Hay atisbos muy sutiles que permiten al espectador crear una vida paralela de este personaje misterioso al que solamente oíremos resoplar.
Verónica Llinás ganó el premio como mejor actriz del BAFICI por esta película, que codirigió junto a Laura Citarella.

Ficha técnica: Argentina (2015 – 98 min). Dirección: Laura Citarella, Verónica Llinás. Dirección de fotografía: Soledad Rodríguez. Montaje: Ignacio Masllorens. Música: Juana Molina. Reparto: Verónica Llinás, Germán de Silva, Juliana Muras, Juana Salazar.

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