Stewdio: teletransportación bovina desde Londres
Por Miguel Neumann
Entrevistamos a Stewart Smith, quien cuenta con proezas tales como un sandwich nombrado en su honor y talento para resolver cubos mágicos. Además, tiene un estudio en Londres.
Stewart Smith es uno de esos talentos que a veces cuesta atribuir al mercado del arte o del diseño. Actualmente al frente de Stewdio y con una carrera transatlántica a cuestas, salta de Nueva York a Londres con la misma facilidad que se mueve de programador a artista. Definiéndose humildemente como ‘una persona que hace cosas’, y que -medio porque no tiene otra opción- utiliza la tecnología, nos deleita con un sinfín de proezas digitales sin perder la compostura ni el sentido del humor.
Entre alguno de sus múltiples viajes y conferencias, hemos conseguido que se detenga y nos cuente un poco de lo que hace, piensa, y su visión sobre la actualidad del arte y el diseño.
¿Podrías definir lo que hacés en unas pocas palabras?
En general lo resumo como “arte, código y diseño”
¿Te gusta la tecnología? ¿Por qué?
Soy escéptico respecto a como se usa la palabra “tecnología”. Me gusta hacer cosas; así de simple. Hoy día, año 2011, la vanguardia de hacer cosas generalmente involucra software o al menos se informa mediante un mundo poblado por software. Honestamente, no le encuentro mucha mística: es probablemente lo mismo que las primeras imprentas usando tipos móviles. En su momento, los escépticos seguramente habrían preguntado: “¿pero no te gustan los pergaminos hechos a mano?” y mi respuesta hubiera sido “Seguro que si, pero usarlos ahora cuando tenemos tipos móviles sería espantosamente retro, ¿no te parece? ¿Por qué insistir en ser retro? ¿Se supone que está de moda?”
No tengo nada en contra de las cosas retro, pero se tienen que entender en función de lo que es: negar lo contemporáneo.
¿Hay que diferenciar arte y diseño?
Si, pero quizá no por la razón que pensás. El diseño tiene que ver con resolver problemas. Los buenos diseñadores definen objetivos propios y evalúan su progreso en función de cuan cerca están de alcanzarlos, reviéndolos cada tanto -confesión al margen: no estoy diciendo que sea yo sea un buen diseñador!-
Arte es un objeto, acción o contexto que usas para convencer a alguien de comprar la idea que estás vendiendo. No creo que arte y diseño sean mutuamente excluyentes, pero tomando estas definiciones como pares opuestos (rechazando cualquier definición ‘romántica’ de arte) es que podemos comparar y contrastar variedad de trabajos.
¿Cuál es el rol de la tecnología en el arte?
El mismo que viene cumpliendo por los últimos 30,000 años, poco más poco menos.
Como especie nos caracterizamos por fabricar herramientas, y usamos las herramientas de las que nos rodeamos para hacer cosas, incluido arte. 30,000 años atrás usábamos pintura rudimentaria para dibujar animales en cuevas. Era una tecnología increíblemente avanzada para ese momento. Ahora exhibimos frases ridículas en JPEGs de gatitos y los publicamos en redes sociales, y en algún punto a mitad de camino entre esos dos momentos históricos, para ser un buen fotógrafo necesitabas tener una buena base de conocimientos de química.
La tecnología puede cambiar, pero el rol sigue siendo el mismo. Simplemente usamos las herramientas disponibles para hacer cosas, y un buen dominio de estas herramientas es lo que nos da va a dar mayor articulación.
¿Está muriendo el arte? ¿O está evolucionando?
La cultura de ‘artistas’ haciendo ‘arte’ sigue notoriamente viva. Supongo que evoluciona constantemente, como cualquier cosa.
¿Cómo pensas que es el futuro?
Tan sucio, desprolijo, ineficiente, improvisado y confuso como el presente. No compro la visión utópica de un futuro donde los problemas de clase, educación y demás se resolvieron completamente y sólo nos queda sentarnos prolijamente en nuestros trajes de spandex contra un fondo pastel.
Lo que quiero decir con esto es que me encantaría un futuro limpio, pacífico, suizo-modernista; pero basándome en la historia de la humanidad, vamos a seguir siendo los mismos simios ciclotímicos y torpes de acá a mil años, sólo que con herramientas más complejas. Yo lo encuentro de alguna forma bello.
Contanos de dos cosas que admires.
Los huevos de Évariste Galois. Cautivantes narradores.
Contanos de dos cosas que no te gusten.
El adoctrinamiento religioso y la solución actual para educar jóvenes en masa. Podríamos hacerlo mucho mejor.
¿Londres o Nueva York?
Nueva York, sin duda.
Para más información:
www.stewd.io