¿Qué pasa en Valencia?
Por Luisa
Antes nos preguntábamos por los jóvenes muralistas y grabadores que estaban haciendo roncha en el arte contemporáneo mexicano, ahora le llegó el turno a las jóvenes valencianas que gracias a muyricotodo* se pusieron en contacto con nosotros para mostrarnos su talento y compartirlo con ustedes… bienvenidas sean!
Hace algún tiempo publicamos una nota sobre Cachetejack, un dúo de diseñadoras valencianas que trabajaban a la distancia y llevaban adelante proyectos de diseño e ilustración. Nosotros hicimos especial hincapié en sus ilustraciones, puesto que nos parecían de lo más interesantes, una combinación perfecta de humor, color, diseño y esa impronta tan particular que nos hizo querer saber más sobre ellas.
Esta vez, Inma Lorente, también diseñadora valenciana abocada a la ilustración, nos contactó para mostrarnos sus trabajos… y no pudimos dejar de preguntarnos ¿Qué pasa en Valencia que hay tanto talento? Las búsquedas visuales de estas diseñadoras son totalmente individuales, pero no dejan de estar en sintonía con algunas de las corrientes de ilustración y diseño contemporáneas más en boga.
Inma nació y estudió diseño en Valencia, pero hizo su carrera de ilustradora en Barcelona, en la escuela de arte y diseño Eina. Entre sus cosas favoritas cuenta la bici, los paseos, llegar a la playa y darse buenos baños y claro, también viajar, viendo otras culturas me siento niña porque todo es nuevo, diferente y hay mil cosas que descubrir. Empaparme de la gente, la comida, las costumbres… También me inspira un buen disco, la música es esencial a la hora de trabajar. Alejada de las normas y el academicismo, disfruta dibujar libremente, sin saber qué va a pasar una vez comenzado el trabajo. Su principal herramienta, nos cuenta, es la intuición.
¿Cómo fueron tus comienzos en el arte? ¿y en el diseño?
En realidad, nunca empecé. El arte siempre ha estado ahí.
Recuerdo que de pequeña mi ropa siempre tenía manchas de pintura. He crecido pintando y dibujando. Nunca se me dio bien, pero disfrutaba muchísimo. No era una virtuosa y me costaba mucho buscar las proporciones y las perspectivas.
En el diseño tardé un poco más y fue cuando decidí que quería estudiar diseño gráfico. Me llamó la atención saber que todos los carteles e imágenes que nos bombardean a diario en la calle eran fruto del trabajo de diseñadores graficos y pensé que una buena forma de vivir del arte aplicado era esta.
¿Cómo llegaste a la ilustración? ¿Cuál es tu técnica favorita?
Durante los años de estudio en la escuela de diseño lo pasé muy bien. Me interesaba mucho la tipografía, el diseño de carteles, las marcas… pero siempre he sentido mucha inquietud por la ilustración y nunca dejé de dibujar. Cuando terminé de estudiar pasé dos años trabajando para una empresa en el departamento de comunicación, pero me aburrí y decidí irme a Barcelona a estudiar lo que siempre había deseado. Aquel posgrado que al principio me asustó y no sabía si hice bien en dejar el trabajo, al final me ha abierto muchas puertas. Cambió mi forma de ver la ilustración, mi estilo evolucionó hasta tal forma que empecé a sentirme muy cómoda dibujando. Tuve suerte porque en la escuela nos dejaban mucha libertad para desarrollar los trabajos a nuestra manera. Ahora echo de menos aquel año y a los compañeros que tuve.
Mi técnica favorita son los lápices de colores combinados con el acrílico. Me gusta la mancha expresiva y el trazo inseguro. Me siento cómoda dibujando mal, me siento más libre, aunque algunas cosas se quedan en el cajón.
¿Qué es lo que más te inspira para trabajar?
Mi inspiración son el expresionismo abstracto y el pop art. Basquiat es uno de mis artistas favoritos y en algunos de mis dibujos puede observarse su huella.
La obra de Antoni Tàpies me conmueve muchísimo. La potencia de la mancha expresiva sobre un espacio vacío, el primitivismo con el que representa los objetos… También el impresionismo y post-impresionismo. En especial artistas como Joaquín Sorolla, Van Gogh, Gauguin, Derain, Monet…
En cuanto ilustradores y artistas actuales, Nathalie Lete. Me inspira mucho la plasticidad con la que representa los objetos. Casi se puede percibir el olor de la pintura viendo una pieza suya. Luego otros como Asahi Azuni Mushi, Sara Fanelli, Olya Leontieva, Kan Fukuda, Mike Swaney…
Hace poco he conocido la obra de Carla Besora y de Ona Trabal y me gustó mucho. Son trabajos muy frescos y expresivos, cada una a su manera pero me inspiran mucho.
Para trabajar me inspira cualquier trazo o mancha expresiva. Una buena foto, un paisaje, una canción o el fragmento de un libro pueden ser inspiradores según el momento.
¿Cómo podrías definir el entorno artístico en Valencia? ¿Qué oportunidades te parece que hay para los jóvenes?
En Valencia hay muy buenos ilustradores y aunque no son tiempos fáciles creo que hay muy buena onda y mucha ilusión puesta en trabajar por lo que queremos. Cada vez hay más artistas independientes que se autoeditan piezas realmente buenas. Estamos en contacto y nos ayudamos en lo que podemos.
En Valencia tenemos el barrio de Russafa, en el cual se organizan exposiciones, talleres… es un barrio cosmopolita en el que se respira muy buen ambiente a nivel de arte e ilustración. Tenemos el Tenderete, un taller de autoedición grafica y sonora en el que se venden obras autoeditadas, carteles, se hacen conciertos, conferencias…
Actualmente en Valencia, oportunidades para trabajar no hay muchas. Como tenemos tiempo, hay oportunidades para crecer, para reinventarse, para saborear cada instante dibujando confiando en que algún día dará sus frutos, aunque en el presente no sepamos ni dónde ni cómo.
¿Qué estás haciendo ahora?
Hace poco me seleccionaron en un concurso que organiza la Asociación Cultural Tantágora. Esta asociación se dedica a promover la literatura en catalán a través del trabajo con otras disciplinas como la ilustración, la música o el teatro… Durante un año voy a ilustrar para ellos, aunque todavía no sé qué proyectos voy a hacer, porque aún está por definir, estoy muy contenta. De momento, me han encargado un mural de 6 metros en un festival de literatura en Barcelona.
También estoy aprendiendo a pintar en la calle. Cada vez me gusta más. Empecé gracias a Mankey, un amigo que me animó a probar la técnica y estoy aprendiendo mucho con él. Al principio tenía mucho miedo al gran formato, ahora pinto nada más tengo un hueco libre. Ya estamos pensando el próximo mural. Creo que tenemos estilos muy diferentes pero se complementan bien, además compartimos algunos referentes artísticos.
Colaboro además para un magazine cultural ilustrando artículos. Se llama “The Church of Horrors” y estoy muy ilusionada con ellos. Me dejan mucha libertad para trabajar y eso me gusta.
Recientemente acabo de publicar un pequeño diario ilustrado sobre un viaje que hice a Marruecos. Decidí plasmar lo que más me gustó mediante dibujos y apuntes que realicé allí. Una vez en casa los terminé y ahora sale a la venta en forma de diario.
Para más información:
www.domestika.org/
www.flickr.com/photos/