Otro cocodrilo
Por Luisa
Después de la entrevista a Edgar Argaez, nos entusiasmamos por saber más sobre artistas jóvenes mexicanos. Así es que emprendimos una búsqueda por el entorno de este artista y llegamos a Uriel Marin. Grabador, muralista y dibujante nacido en Córdoba, México, quien nos sorprendió con sus mundos impregnados de personajes fantásticos, texturas y colores que nos hablan de historias y de sueños increíbles.
Nacido en 1981, en Córdoba, al sureste de México, cursó sus estudios en Artes Visuales en la activa ciudad de Xalapa, en el estado de Veracruz. Después de un par de años de estudiar la carrera de diseño, sus expectativas cambiaron cuando experimentó la técnica del grabado.
Actualmente vive y trabaja en Oaxaca, al sur de México. Una ciudad con una gran tradición cultural que favorece el desarrollo artístico, con cierta preferencia por las artes gráficas y la pintura. Al terminar la universidad, se agrupó con unos amigos de la carrera y armaron una exhibición en esa ciudad. Así fue el comienzo de una larga estadía, llegó para pasar una semana y finalmente lleva más de cinco años viviendo ahí.
Me gustaban mucho los acabados sencillos y a la vez enérgicos de los cortes de las gubias sobre la madera y decidí cambiarme al grabado.
Mis inicios fueron en Xalapa, organizando exhibiciones junto con mis colegas del taller de la facultad. Llegando a Oaxaca junto con unos compañeros egresados de la misma universidad fundamos el taller Pata de Perro dedicado a la difusión, promoción y enseñanza del grabado, y al mismo tiempo fundamos el colectivo Arte Cocodrilo, donde acabo de terminar un ciclo (seguramente seguiremos colaborando en otros proyectos). Estando en arte cocodrilo hicimos cerca de 40 expos logrando algunas excelentes como propuestas y otras que fueron un desastre, pero donde lo que contó fue la intención, este oficio es un laboratorio, el método es a prueba y error. Afortunadamente el balance es favorable.
Uriel nos cuenta que eligió el grabado por el placer mismo que le da el proceso de elaboración, teniendo como base el dibujo, el factor sorpresa es muy importante y los resultados muchas veces son impredecibles. Si bien puede conseguirse una reproducción múltiple, nunca las copias son exactamente iguales, y aunque vivamos en la era de la tecnología, sus resultados no pueden ser alcanzados por ninguna otra técnica.
Lo que más me atrae del grabado (y de la gráfica en general) son sus cualidades de múltiple y de expandible, que te llevan a reflexionar sobre el original, la repetición y reproducción de una imagen, las aplicaciones gráficas hacia otros soportes que no sea el convencional papel de algodón.
Sus influencias más evidentes pasan por Japón, país que visitó recientemente, y particularmente por la estampa japonesa de Ukiyo-e, aunque también siente una gran admiración por Hiroshige, Kuniyoshi y Hokusai, “pues su arte se mantiene fresco, imperturbable, y hermoso hasta nuestros días, que lo mismo nos cautiva como una pieza de tradición (que) como una obra de arte contemporáneo”, nos cuenta.
También la vitalidad y energía que encuentra en las obras de Basquiat, Siqueiros, el grupo Cobra y Hundertwasser lo han motivado lo mismo que las visitas al museo, donde experimentó “una sensación intensa en la contemplación que me ha marcado, diría casi como una revelación mística, …la belleza de los nenúfares de Monet frente a las pinturas negras de Goya, un sentimiento avasallador que me fulminó; y en una exhibición sobre Egipto vi un sarcófago en piedra negra tallada que parecía un encantamiento, desconcertante.”
Cuando le pedimos que nos contara qué piensa sobre el entorno artístico en México, con brillante claridad, nos responde:
Podría definir el entorno artístico como en estado de efervescencia, con una excelente proyección hacia el exterior, debido principalmente a los artistas jóvenes, los colectivos y las miradas expectantes del panorama artístico internacional que apunta a México, los jóvenes dentro de este contexto tenemos que asumirnos como los principales actores, generando proyectos creativos que trasciendan la mera imitación, lo que desacelera el crecimiento del arte en México es la corrupción que por años ha prevalecido en las instituciones, mas a pesar de esta desafortunada situación, hay que mantenerse produciendo y encontrando alternativas para revertir el efecto nocivo. Uniendo fuerzas con otros artistas y grupos y con otros sectores de la sociedad también.
Actualmente Uriel se encuentra trabajando en proyectos tan diversos como los campos en los que se maneja. Desde una secuencia gráfica que ilustra el proceso de elaboración del mezcal artesanal, tomando como referencia el tablero del juego de mesa de serpientes y escaleras, hasta la generación de la identidad visual de un expendio de café mediante aplicaciones gráficas diseñando el papel tapiz, el mosaico del piso, las tazas de servicio… una simbiosis entre arte y diseño. “… y claro, -remata- seguir con el grabado y unos pintas callejeras.”
Para más información:
urielmarin.blogspot.com