Like a pedo de buzo – Tercera parte
Por Juan Pablo Andrade
Esta vez Juan Pablo Andrade en su afán de introducirnos al mundo editorial independiente, nos presenta a Verónica Romano, artista plástica, editora del fanzine 2 0BRAS y co-fundadora del colectivo Publicaciones Independientes.
Llegó una nueva presentación de Like a Pedo de Buzo, en esta ocasión será el turno de Verónica Romano, una escultora porteña interesada por el mundo de los fanzines. Hace un buen tiempo, que junto a los colegas Cecilia Salkovickz y Gastón Pérsico, entre otros, referentes junto a Fernanda Laguna en materia de fanzines artísticos (véase el Festival de la Fotocopia y el espacio Belleza y Felicidad), comenzó a nuclear abiertamente éste y otro tipo de publicaciones para exhibirlos en ArteBa 2010. Hoy día el colectivo es invitado por galerías y museos de todo el país para participar en sus exhibiciones.
Su interesante lectura y asociación entre quienes editan de manera independiente, además de las motivaciones que dan origen a la pieza artística, hicieron que fuera una de las referentes elegidas para entrevistar en Like a Pedo…
¿Nos podés contar de dónde viene tu fascinación por las publicaciones independientes?
Yo soy artista y me conecto con el hacer de la manera en que se conecta un artista, es decir, haciendo obra. Allí busco y encuentro un sentido para algo que otra persona no encuentra. Entonces, lo que me interesa de todo este abanico de publicaciones que fui colectando para el colectivo (llamado Publicaciones Independientes), es que estuviesen realizadas con ese mismo tipo de energía. Es decir, que fueran editadas de una manera similar a la que un artista se conecta con su obra. Esta forma se caracteriza, en parte, por no rendir cuentas a nadie. Desde este lugar, uno no hace una revista para que vaya a parar determinado tipo de mercado dado a que la mayoría de estas publicaciones no tienen la necesidad de grandes ventas. Parten de la necesidad de una persona o un grupo de expresar algo de una determinada manera, según sus posibilidades. En un punto no importa demasiado si lo van a ver 1.500 o 10.000 personas. Tampoco importan detalles como el dónde o el cómo. Lo que prima es esa necesidad de expresión de una manera particular. Después si eso encaja en un espacio, en un lugar o en cierto target, es otra cosa.
¿Cuál te parece que es el rol que cumplen estas publicaciones a nivel cultural?
Para mí, al estar ligadas a un sistema de producción similar al de la producción artística y por el grado de libertad con el que se mueven, son como semilleros de nuevas situaciones comunicacionales, nuevas situaciones estéticas en relación a lo que se publica, a lo que pasa, a lo que sale. Por eso me interesa pensar este mundo editorial en relación a las artes; yo lo veo muy unido. De alguna manera para quienes las editan y las autogestionan, estas publicaciones son sus obras, porque no están respondiendo a ningún requisito externo del mercado o lo que fuera. Lo están haciendo por una necesidad que es igual a la necesidad de un pintor o de un escultor.
¿Te animás a definirme en pocas palabras el trabajo del editor independiente?
Hace todo. Primero tiene aquella idea que responde a esa necesidad de hacer algo, un sentido que él encuentra y lo quiere materializar. Después, es diseñador del objeto y de la pieza gráfica, se encarga del contenido, de buscarlo y de empezar armarlo. Lo edita para mandarlo a imprenta o para imprimirlo por algún medio. Y después tiene que distribuirlo. Hace todo: recorta, pega, arma, manda, lleva, etc. Incluso si son grupos de trabajos, generalmente son grupos que hacen todo. Desde el momento cero hasta el último. Se ocupa de todo el proceso de producción: idea, distribución y contenido.
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