Las Tres Calaveras, oriundo de Monterrey

Podríamos pensar que es casualidad, que es porque es una ciudad universitaria donde conviven un millón de personas y hay de todo, que es porque hay una política cultural que favorece a los jóvenes artistas, pero no. No sabemos qué es exactamente lo que hace que Monterrey sea hoy un núcleo de jóvenes artistas polirrubro: grabadores, muralistas, graffiteros, ilustradores, cambian de técnica con total libertad y en cada una se sienten a gusto. Por suerte, para los que no podemos viajar y conocer las obras en vivo y en directo, existe internet y podemos conocer al menos en parte, a algunos de ellos, que nos van llegando también por recomendaciones de Edgar, uno de nuestros primeros amores mexicanos. Es curioso que este grupo, además de tener en común la vocación, la creatividad, el oficio, sean amigos y todos tan diferentes entre sí. Los invitamos a conocer al regiomontano Dose, con la esperanza de que durante este rato al menos, respiremos un poco del aire de esta ciudad plagada de paredes con personalidad.

Te quería preguntar básicamente qué pensabas que tenía Monterrey que la diferenciara de otras ciudades de México, ya que hicimos algunas entrevistas a otros artistas que también eran de allí, y a la distancia (desde Argentina) lo veo como un centro artístico joven importante dentro de México.

Yo considero que algo que destaca a Monterrey de otras ciudades es que casi toda la gente que está produciendo nos conocemos y tenemos buenas relaciones, participamos en proyectos juntos y tratamos de colaborar entre todos, dejamos un poco de lado todo eso de la pelea de egos para hacer llegar nuestro trabajo a la gente.

¿Cómo fueron tus comienzos en el arte?

Mi primer acercamiento con el arte fue viendo el graffiti en las calles de la ciudad y de ahí empecé a dibujar y crear mis personajes, mis letras. El segundo momento que me marcó fue visitar la exposición de Kenny Scharf en 1996 en un museo de mi ciudad, todos sus cuadros llenos de personajes de mi infancia, usando aerosol, stencil y demás, me sacudió el cerebro.

¿Y cómo empezaste con las paredes?

Cuando tenia 16 años hubo una serie de concursos de murales y programas para sacar a las pandillas de las calles y lograr un ambiente de convivencia, yo no tenía pandilla pero lo aproveché de excusa para pedir material y pintar mis primeros muros, al principio pintaba con pincel y brocha, con el tiempo descubrí que el aerosol es la herramienta ideal para pintar en la calle.

Para Dose, el estímulo más importante y que se hace visible en sus obras, proviene de los artesanos mexicanos, de la cultura de su país, las ilustraciones de los libros escolares, la naturaleza y su ciudad, tan llena de personajes y de anécdotas. Es inevitable asociar sus calaveras y rostros deformados con los tradicionales grabados de su compatriota Guadalupe Posada. Sin embargo, el uso que él hace de los colores brillantes (muchas veces flúo) y las formas entre siniestras y caricaturescas de sus personajes, lo convierten en un artista contemporáneo y global cercano al cómic, en un estilo equiparable tanto al de Chad VanGaalen como al de Valentino Tetamanti, otro de nuestros favoritos.

De las posibilidades que tiene cada uno para armar su propio camino en México, Dose nos cuenta, “si quieres darte a conocer tienes que ir a la capital a mostrar tu trabajo, relacionarte con gente, no es algo que me mueva tanto, prefiero pintar para mí y la gente en la calle y no para galeristas o críticos de arte. Las oportunidades están ahí, es cuestión de cada artista si las quiere tomar y formar parte de ese círculo o crear su propio movimiento.”

Actualmente Dose pinta murales, pero también se prepara para exponer algunas piezas el próximo año e inaugurar su página web, además de empezar a incursionar con colegas de manera más experimental en el realismo pictórico.

Para más información:

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www.flickr.com/photos/lastrescalaveras