Juguetes rabiosos
Por Chava
¿Quién no le ha tenido miedo a un juguete en su infancia? Desde Chucky hasta los pitufos asesinos, son incontables los mitos urbanos que giran en torno a la figura de un juguete que cobra vida y se vuelve diabólico.
Cercanos a la víspera del día del niño, nada mejor que hablar del fantástico mundo de los juguetes. Este es el momento donde los padres salen enloquecidos a comprarles un regalito a sus adorados hijos. Pero ¡cuidado!, puede ser una elección fatal.
Hará unos pocos días, una revista argentina dedicada principalmente al mundo de los videojuegos abrió un concurso titulado Comuñes tenebrosos: “Todos pensamos que las muñecas de nuestras hermanitas cobran vida por la noche porque son, en realidad, demonios embutidos en cuerpecitos de plástico y con ojos brillantes que se desencajan al hundirte un cuchillo de cocina cien veces”.
El mito de los juguetes infantiles convertidos en máquina de matar no es reciente. Allá lejos y hace tiempo, había una vez… juguetes que cobraban vida. Lejos de los simpáticos juguetes de Toy Story, o no tan lejos, ya que en la última película de esta serie hay un bebote que toma del biberón como si fuera wishky y, mientras habla, un ojo le vibra en blanco. De todas formas, para ahondar en el terreno de los muñecos diabólicos hay que transportarse en el tiempo.
A fines de los ochenta aparece Chucky, un muñeco poseído por medio de magia vudú por el asesino en serie, Charles Lee Ray. Cinco sagas de esa película dan cuenta del efecto terrorífico provocado primero por el muñeco solo, luego también por su novia y finalmente por su hijo. Varias películas reproducen en cierta medida esta temática. En Dolls, las muñecas son en realidad seres humanos a los que un matrimonio de ancianos ha convertido en miniaturas con el fin de manipularlos para llevar a cabo sus perversos planes. En Puppet Master, el titiritero Andre Toulon descubre el secreto de la vida haciendo que sus marionetas cobren vida y maten a cualquiera que se les cruce en su camino. En Muñecos Diabólicos, un demonio posee a los juguetes de un depósito y los envía en la búsqueda del alma del aún no nacido bebé de una mujer.
Pero acá no termina la cosa. También hay juguetes que se cuelan en películas de género. El títere Billy es uno de los protagonistas de la saga Saw, utilizado por el personaje principal de la historia para comunicarse con sus víctimas.
Casi todas estas películas tuvieron su auge en los ochenta. En la misma década corría el mito de que los pitufos eran diabólicos y en la noche las figuras de pitufos cobraban vida y mataban. Uno de los rumores que más se oía era de un niño al que habían encontrado muerto sobre su colcha con estampado de pitufos. Por las dudas, algunas personas realizaron por esos años una famosa quema de los muñequitos de sangre azul.
Concurso Comuñes tenebrosos:
www.irrompibles.com.ar/noticias/bizarrores/5301-concurso-comunes-tenebrosos