Jorge Codicimo
Por Mágico Johnson y Guille López
Fue uno de los días más fríos del año, hace un par de años. La temperatura casi llegó a bajo cero. Todo el mundo estaba en su casa, calentito, a mate y bizcochuelo. Pero nosotros no podíamos darnos ese lujo, teníamos que salir. Jorge Codicimo nos esperaba en la Flor Metálica de la plaza de Facultad de Derecho para una extensa entrevista, para conocer más al diseñador gráfico que se debate entre la política y la música.
El colectivo nos dejó a 27 cuadras. Empezamos a caminar tratando de distraer la mente para no pensar en el intenso frío que ya nos había congelado las patillas.A escasos 50 metros vemos a Jorge, abrigado con un camperón parecido al nuestro. Estiramos nuestra mano para saludarlo y nos dice “¿qué haces pibe? ¿a dónde te llevo? ¿te jode si pongo el programa de González Oro?”. Nuestra cara se tornó blanca, no entendíamos nada. Era totalmente incoherente. Inmediatamente cambia la expresión de su cara, nos mira a los ojos y vuelve en si: “Perdón, es mi otra personalidad de taxista, a veces no puedo controlarla”.Lo invitamos a caminar alrededor de la flor. Al empezar a hablar nos damos cuenta que estamos frente a una persona abierta y extrovertida, y las preguntas van surgiendo solas…
¿Cómo fue que empezaste con el diseño?
Viste que en el secundario hay como dos facetas o dos grandes grupos: los que hacen deporte y los que son rockeros. Como para los deportes no servía me hice rockero, no me quedaba otra. Y en un momento me di cuenta de que el rock no garpa. Entonces me aboqué al diseño gráfico. En un principio quería hacer imagen y sonido y lo veía como una situación bastante cercana al rock.El diseño me parecía que tenía algo de rockero, algo de exposición, algo de poner lo de uno. En ese momento yo pensaba que tenía algo de arte, después me fui dando cuenta de que el arte es otra cosa. Y entonces arranqué en la UBA estudiando Imagen y sonido”. Hice un año, y sinceramente, te digo que la UBA está armada para que la gente que labura no pueda estudiar, porque los horarios te tocan como el orto. Entonces con otro amigo de cursada nos fuimos de la UBA y nos metimos en diseño grafico en la Universidad de Palermo.
¿Por qué trabajás solo y no tenés web?
Yo trabajo en diseño y, si bien tengo mis clientes freelance, laburé siempre en relación de dependencia para otros lugares. Nunca fue como “bueno, soy yo que me largo y mi empresa”, por eso nunca me decidí hacer una web mía. Sé trabajar en equipo pero igual soy bastante bravo. Yo creo que en muchos casos lo que tiene que ver con la parte más creativa del diseño, en algunos casos es difícil compartir ideas creativas con un grupo de gente. Si los roles no están muy marcados dentro de un estudio, empieza una cuestión de choques y chisporroteos constante que lo veo en mucha gente.Yo veo muchos alumnos que salen de la facu y dicen que se van a poner un estudio y todos van a ser diseñadores. Y eso para mi va derecho a un fracaso porque el concepto de “estudio” pasa por que haya una cabeza creativa, una cabeza que diseña, alguien que se dedique a web específicamente, alguien que se dedique a los clientes, entonces nadie se pisa en las tareas y todos aportan a que la cosa crezca. En cuanto todos son diseñadores, y todos quieren meter mano en un proyecto y cada uno quiere dar su visión o su estilo empiezan los quilombos.
¿Y ahora cómo manejas el tema de los clientes y el trato?
Fui madurando. Cuando estás en la facultad es una cosa que te apasiona, pero es medio hobby y con tal de hacer un laburo haces cualquier cosa, o con tal de no ir contra lo que vos pensás que es lo correcto mandas un cliente al carajo. Cuando vas creciendo te das cuenta que tenés que ser mucho más maleable y tenés que empezar a laburarle más la psiquis al cliente y darte cuenta por donde le pasa al tipo, y mil veces tenés que ponerte el parche de pirata y ser el mercenario del diseño. Eso está claro, y cuando uno entiende eso la pasa mejor, porque me parece que hay trabajos que a uno le encanta hacer y quizás los haces por muy poca guita o gratis, pero lo disfrutas. Y hay laburos que no los disfrutas una mierda, que el producto final no se lo mostrarías ni a tu madre, pero que sabés que con eso pagas las expensas o comes. Si vivís del diseño en algún momento tenés que ser un mercenario, no te queda otra.
¿Cuál fue el laburo que te dio satisfacción, conocimiento o dinero, y cuál el que realmente te gustó? ¿Hiciste alguno que haya cumplido con los dos requisitos?
Los dos requisitos, hice plata y me gustó. Muchas veces el que pone mucha plata es bastante molesto. Tienen una actitud de “yo pongo la plata, vos hace lo que yo digo”. Laburos que me dieron satisfacción, trabajé en muchísimos discos con Los 7 Delfines, y todo el proceso creativo estuvo bueno, porque más allá de tener una relación personal con Richard Coleman, participaba desde escuchar los demos, después ir al estudio, estar ahí cuando grababan, mezclaban y escuchaba las pre-mezclas. En todo ese proceso de un disco surgen un montón de cosas que si vos las vivís junto con el músico las podes reflejar después en el diseño. Ha habido trabajos que conceptualmente a mi me parecieron que estaban acertados y que reflejaban el momento del cliente, siendo músico el cliente. Me parece que reflejaba mucho de lo que querían comunicar a través de su música, también a través de las imágenes en el video, en el diseño.El arte de Aventura, que es el ultimo disco de estudio de Los 7 Delfines, en un momento se vivía como que era una ultima apuesta fuerte de la banda, sacar el disco y con un productor buenísimo como es Tweety González. Lo grabaron en Panda, y había un montón de cosas de que era a todo o nada. Entonces, viendo que todo se perfilaba como que era una jugada fuerte yo me acuerdo que me senté con Richard y le dije “mirá, a mi se me ocurre empezar a trabajar la idea de una ruleta con la apuesta al 7 de Los 7 Delfines” y empezamos a jugar con hacer el paño de la ruleta con todas las fichas y con fotos de ellos en situaciones que ellos estarían por ganar mucha plata o de pegarla. Entonces hicimos fotos de unos jugando al golf con zapatos que no son de golf, de típico ricachón que no le importa nada. Otro en un avión privado, otro en un Mercedes Benz de colección. Fue muy simpático y me pareció que transmitía el espíritu. En casi todos los laburos de los discos traté de darle como una impronta, que haya un concepto fuerte por detrás que jugarme a algo estético. Si bien hay que cuidar la estética me parece que siempre es mucho más fuerte cuando hay un concepto por detrás.
Hablando de eso, ¿Cómo es trabajar con músicos?
Yo aprendí mucho de varios músicos, aprendí muchas cosas que las he puesto en práctica en mi vida profesional. En una época un amigo mío era el manager de Daniel Melero y nos hemos ido a shows que ha hecho en distintos lugares, y de Melero aprendí muchas cosas. Todo está también desde que lugar te parás. Y eso me parece que se puede transpolar a la relación que uno como diseñador puede tener con determinados clientes. Ese cliente que te vuelve loco cuando sos más pichi y te dice “no, pero cambiame el color del logo, la letrita, agrandalo más”. Saber donde pararse y decirle “mira, yo hago esto, para algo me contratas y lo hago bien”, creérsela uno. Pero con muchos clientes esa actitud lo que hace es que regulen en su forma de romperte las pelotas, los tipos ven que están delante de un profesional y se limitan. Sino empiezan a opinar de cualquier cosa.Muchas veces hay que plantarse como “yo soy el profesional, yo soy el que hace esto y lo hace bien”. Si uno va como temeroso, te pasan por arriba y es una forma también de validar al diseño grafico como una disciplina importante de que no son sólo dibujitos. Mucho tiene que ver, y yo hago mucho hincapié en mis alumnos, en cómo se expresen, el léxico que usen, el léxico técnico que puedan tener. Eso va a diferenciar muchas veces a alguien que puede ser autodidacta y bueno diseñando de alguien que tuvo una enseñanza universitaria en donde hay un montón de cosas que el autodidacta no tuvo.
Volviendo a tu trabajo con músicos, vos desarrollaste el primer CD interactivo de Argentina. Contame cómo fue el proceso, cómo lo viviste…
Fue en el año ’94 – ‘95, Los 7 Delfines estaban grabando un disco que se llamaba “desierto” y en ese momento las gráficas las hacíamos con Nico Bernaudo. Estábamos en la facu todavía y dijimos “¿si hacemos interactivo para el disco?” y empezamos a planear como podía ser, entonces dijimos “bueno, el desierto, y llevás como una pirámide y te metes, te encontrás con videos de ellos, y te encontrás con cositas”. No sabíamos ni como carajo hacerlo, eso era lo mas gracioso. Sabíamos que necesitábamos un ilustrador, y había uno en el curso de la facultad, Adriano Giolitti. Dibujó en lápiz y después nosotros hacíamos todo el tratamiento de las imágenes en Photoshop. ¡Te estoy hablando de Photoshop sin undo (deshacer)!. Entonces era un bajón. Me acuerdo que teníamos una placa de audio Soundblaster de 8 Bits y era lo más.Entonces contactamos a un pibe y nos dijo “yo lo puedo hacer, ¿qué necesitan que haga?” y le dijimos: “y…, que esto se mueva para allá, que esto cuando clikeás suene, que esto cuando clikeás dispare un video”. El video lo filmamos con una Handicap porque fue todo re casero. Nosotros habíamos armado como un diagrama de flujo y se lo dimos al pibe con todas las pantallas y lo armó. Pero el tema era como meter un disco de audio. En ese momento no podías mezclar data y audio, empezamos a investigar y vimos que Sony había desarrollado una tecnología que se llamaba XA y era CD ROM XA, y esos CD eran los que permitían tener un track de datos y el resto de los tracks de audio. Entonces “Desierto” salió con el primer track, el tema 1 es un ruido de cinta atascada y después el disco arranca a partir del tema 2. Y salió la versión con el interactivo y sin el interactivo. Y fuimos los primeros. Nos presentamos en el Festival Internacional de Videos y Artes Electrónicas y ganamos.
Jorge nos invita a su casa a tomar algo caliente. Aceptamos y empezamos a caminar. Su casa quedaba a 40 cuadras.Al llegar, Jorge saca las llaves, nos hace pasar y acomodarnos en un amplio sillón. Antes de sentarse con nosotros, nuestro entrevistado levanta el teléfono para hacer un llamado. Y su otra personalidad de taxista porteño lo invade otra vez: “Hola Turco, acá Jorge del sexto, ¿no me mandás una docena de medialunas, 100 de fresco y 200 de batata?”.Cuando corta, vuelve al sillón y se sienta. Parece que ya volvió en si, a su personalidad normal de diseñador gráfico. Nos arriesgamos y le hacemos la siguiente pregunta…
¿Cómo es trabajar en política?
Es interesante porque me parece que ha habido mucho laburo de comunicación política. Es interesante tratar de darle como una vuelta de rosca también. Si bien es una comunicación hiper masiva, no te podes tomar determinadas licencias que en cualquier otro producto podrías. En esto tenés que tener una llegada multitarget en la mayoría de los casos y muy a conciencia y tratando de no ofender a nadie.Carrió, desde el ARI y ahora en la Coalición Cívica, siempre tuvo un criterio de sumar, de campaña pro-positiva. Entonces nunca nos permitió esa cosa de alarmistas en el mensaje o de “si no es esto nos morimos todos” o “este es un ladrón y el otro es un hijo de puta”. Siempre el mensaje fue más pro-positivo. Me acuerdo la primera campaña un poquito mas fuerte que hicimos, la de “Pensamos igual”, que decía: “si creer en la justicia tiene que existir, pensamos igual”, “si crees que la educación tiene que ser para todos, pensamos igual”. Siempre se trató de manejar un concepto de suma, y eso está bueno.
Y a la hora de trabajar con otra gente, ¿cómo te organizás?
Ahora en la Coalición Cívica conformamos un equipo de comunicación de 8 personas y cada uno en su métie. Hay periodistas, gente más dedicada al marketing, yo en diseño. Es un equipo donde está bueno laburar porque es gente joven, gente con un empuje tremendo, poco viciado de la política convencional.
Eso por ahí también te deja pensar de otra forma...
Sí, te permite otro vuelo y poder mirar a la gente de otra manera. También trabajo en el Ministerio de Cultura, entonces eso también es como que es otro palo, también hay política y es otra cosa.
Eso quería preguntar, contame cómo es trabajar ahí.
Yo soy parte de un equipo que encabeza Maria Victoria Alcaraz, que es la actual directora del Centro Cultural San Martín, y que en un momento fue la directora de la guía cultural “Fervor de Buenos Aires”. Ahora está en la parte de gestión cultural de todo el ministerio. Es una persona que armó un equipo donde hay de todo: un abogado, un periodista, yo en diseño. Es un equipo interdisciplinario que nos vamos asentando en distintos lugares dentro del gobierno para hacer política cultural. Mi jefa me parece una de las minas que más sabe de gestión cultural en la Argentina y te diría de toda Latinoamérica.Es muy interesante todo el tema de cómo hacer gestión cultural, y de cómo el diseño excede en muchos casos la parte estrictamente gráfica, y yo me pude poner también en el rol de diseñar otro tipo de cosas, apostar al diseño de las políticas culturales. En el San Martín hemos desarrollado un montón de actividades en las que yo he participado no sólo en hacer la gráfica sino en diseñar las actividades. Así fue con el Ciclo Nuevo, que se hacia con Nico Wainszelbaum, y al que yo le puse el nombre. Ahora lo ultimo que hice fue un libro contando como fue todo el proceso este del San Martín desde el 2002 en que tomamos el Centro cultural hasta que empezaron las obras de remodelación.
De repente, suena el timbre del departamento. Jorge se levanta y atiende. Era el Turco con las medialunas que había pedido nuestro entrevistado ni bien llegamos a su casa. Nos invita a comer una, así que damos un bocado y seguimos preguntando…
¿Cómo ves desde tu lado de docente a las nuevas generaciones de diseñadores?
Ahora parecería que con universitario no alcanza. Hoy ser universitario no es nada, necesitas un Master, el Postgrado y la mar en coche. ¿Por qué se van agregando estas etapas en la educación? Porque toda la educación retrocedió. Hoy la educación universitaria pasó a ser lo que antes era la secundaria. Los pibes salen del secundario con un nivel malísimo. Entonces la universidad tiene que empezar a cubrir todas esas falencias, la universidad bajó un escalón. Entonces obviamente, cuando terminas la universidad no estas a la altura de la universidad de otra época, entonces ahí tenés que hacer el postgrado, tenes que hacer el Master. Creo que lo que le falta a la gente hoy son 2 cosas básicas: criterio y sentido común. No te digo sólo para el diseño, sino para cualquier cosa. La gente no tiene ni criterio, ni sentido común. Y eso es lo que tenes que aplicar, es el ABC para aplicar en cualquier cosa que emprendes en tu vida.Yo hago una encuesta el primer día de clases a todos mis alumnos de una materia de tercer año que es Portfolio, les hago un cuestionario y les digo que me nombren cinco estudios de diseño o diseñadores. Y no me pueden nombrar ni uno. Hay veces que te dicen que no manejan bien la computadora. Un alumno de tercer año me dijo: “No, la computadora no manejo, pero uso bien el Illustrator”. Cuando le pregunto que maquina tienen no saben ni los megas de ram ni la capacidad del disco rígido ni el procesador. Y yo dudo que Michael Schumacher no sepa que motor tiene el auto que maneja. Esa es tu herramienta, dominala. Hay poca pasión. Me parece que hay como una desidia generalizada, pero es una cuestión social.A los chicos en la Escuela de Creativos les digo siempre que yo noto que en la publicidad hay como una cosa que es como una pelota que viene rodando y girando y girando a toda velocidad que es la de “en la publicidad se necesita gente joven y creativa, la publicidad te quema al toque, te deja hecho garcha”. Y hecho garcha te deja laburar en el 160 todo el día con 40 de térmica. Esa cosa de ponerse en una situación de victima social de “me quema la cabeza” es una cosa que no me banco.
¿Qué lugar ocupa el Trimarchi en las nuevas generaciones de diseñadores?
Me parece que hoy el diseño está disfrazado de otra cosa. El Trimarchi, que me parece un lugar buenísimo, es como un show. Ahora no le llamaría diseño a eso, sino “show de diseño”. Es como otra actividad, relacionado más con las artes visuales que con la comunicación. Si bien en muchos casos ambas cosas van de la mano, en eso me parece que es un show de artes visuales, donde la gente muestra su producción de artes visuales. Mismo yo charlando con alumnos míos que van a Trimarchi, cuando va uno que va a bajar teoría o a hablar de tipografía o de diseño desde la parte más teórica se aburren y se van. Entonces, Trimarchi es como el gran viaje de egresados de los alumnos de diseño: el baile a la noche, el DJ. Es un espacio de artes visuales pero que no lo relacionaría directamente con la comunicación o el diseño.
Volviendo a tu trabajo, ¿qué estudios te influenciaron? ¿qué ves cuando encaras un laburo?
Me influenciaron Vaughan Oliver, Carson, Makela en su momento, Attik fue después como el otro gran quiebre, The Designers Republic, y después los estudios más formales como MetaDesign, Pentagram.
¿Y recurrís a eso cuando tenés que encarar un laburo?
¿Viste que hay un momento que las cosas no te salen? Y que decís, “no voy a poder diseñar nunca mas” o “nunca más voy a poder hacer algo bueno”. Eso les pasa al 90% de las personas. A mi cuando me pasa me doy cuenta que no puedo diseñar y que se yo, hago un paseo visual por las cosas que me gustan y que me han generado pasión por la profesión. Entonces empiezo a sacar cosas viejas o empiezo a mirar lo último de lo último, y en ese ida y vuelta en el tiempo empiezo a encontrarme con el diseño y a decir “no, por esto a mi me gusta ser diseñador, porque me gusta hacer estas cosas”, y es como que te carga las pilas.Yo creo que cuando te pasa eso de que pensás que no podes diseñar más o sólo agarrar la computadora te mata, para mi es una terapia de 2 días. Un día te vas, te vas a caminar, te vas al jardín botánico para no tener relación con la tecnología. Al otro día te dedicas a mirar libros, ver cosas que te gusten, libros que sabes que te gustan, miras esos libros, miras revistas que te gustan, miras paginas web que te gustan y eso te empieza a dar como un aire de “si, esto es lo que yo quiero hacer” y ahí retomas de nuevo y seguramente te salgan cosas buenas.
Y localmente, ¿hay algo que te guste?
Ale Ros me parece un tipo que tiene un montón de cosas que son hallazgos totales, tiene unas cosas que son discutibles, pero entiendo que es un tipo que tiene una bajada conceptual admirable. Las tapas de Radar son unas piezas tremendas. Y después hay estudios que admiro lo que han construido a lo largo del tiempo. Fontana y Shakespeare entendieron de qué va esto, fueron los pioneros, son referentes para un montón de personas de esa generación. O sea, hay muchas empresas que encargan diseños, que pagan muy bien, que los tipos que están en puestos jerárquicos por una cuestión generacional llaman a esos estudios, porque son sus referentes en cuanto a la disciplina del diseño, de su edad, los que siempre escucharon “Fontana es bueno, Shakespeare es bueno” y son buenos que se yo… hacen su laburo, se supieron mantener en el tiempo, estuvieron ajenos a la moda porque la moda puede ser una ayuda o un yunque que te hunde a la mierda.
Antes de hacerle la próxima pregunta, Jorge nos invita a recorrer su casa. Pintada íntegramente de blanco, es un hermoso departamento donde todo está ubicado en su lugar exacto: mesa, sillón, sillas, biblioteca. Pero hay una habitación que es la que más llama la atención: un cuarto-museo donde Jorge guarda juguetes viejos junto con modelos antiguos de computadoras que promete llenar hasta que el cielorraso se empiece a resquebrajar.
Te saco un poco de tema… ¿qué pensás de You Tube, Flickr y Fotolog?
Flickr y Fotolog me parece que tienen como dos vías: una la estupidez total, la exacerbación del Yo, que es algo típico social a nivel global, que es el mostrarse constantemente. Y por otro lado me parece que abre la puerta a un montón de gente que realiza expresiones artísticas a que tenga un lugar de exposición amplísimo que de otro modo antes le hubiera sido muy difícil de obtener. O sea, de obtener más que nada la llegada a esa cantidad de gente.El Fotolog no sólo es un lugar donde cada uno puede armar su propia galería para mostrar sus ilustraciones, su fotografía, su pintura, sino que no necesitas tener la cantidad de 20 obras, podes ir subiendo de a una. Tenés feedback de la gente, tenés gente que te puede recomendar, se arma una cadena, se arma un grupo de gente que tiene afinidades. Entonces me parece que en ese sentido esta buenísimo, me parece que esta buenísimo todo lo que es web social, tiene un costado hiper positivo.
¿Y Facebook?
Facebook no lo entiendo, tengo uno y no lo entiendo. Pero me parece que es todavía mucho más para el puterío. Creo que Fotolog agrego como sistema una puerta. Creo que esa puerta le puso un marco mucho más lindo y una cerradura más copada y la puso Flickr, lo disfrazo más, lo armó más lindo. Facebook vio esa puerta y empezaron a armar el puterío que es “yo conozco a tal y tal conoce a cual”.
¿Tipografía preferida?
Helvética.
¿Música?
Amplísimo. Radiohead me mata. Puedo escuchar OK Computer hasta el hartazgo. Con esto de que te podés bajar, te bajás 80 discos, no escuchás ninguno y terminas poniendo el que conoces. Te puedo decir lo que no me gusta: cumbia, reggaetón. Me baje el tema de Dante Spinetta. Cuando dice “oh, tengo altas llantas, y mi mejor casaca” me mata. Ese pibe está en el ghetto total. No puedo creer ese pibe que toca la viola de la reconcha de la lora esté haciendo eso.
¿Videojuego?
Battlezone. Creo que fue el primer juego que jugué en mi vida. Es uno todo vectorial, espantoso, que vos mirabas por un periscopio, le apuntabas y salía toda una pelota vectorial. Para mi era todo un flash. Pensá que yo soy de una generación que jugaba con el Simon. A mi los videojuegos siempre me flashearon mal y siempre jugué como el orto. Y la pasaba mal, ponía una ficha y perdía al toque.
¿Video de música?
El de Cibo Matto, Sugar Water dirigido por Michel Gondry, y después Between days y Close to me de The Cure.
¿Película?
La primera de Star Wars. Para mi el cine es de piñas, naves y trompadas.
¿Mac o PC?
Te voy a decir una cosa que me dijo un amigo que era fanático de la PC. Yo me pase a Mac y él me decía que era una mierda. Ahora se compró una. Me decía que la Mac genera gente idiota porque los usuarios no entienden nada de por qué pasan las cosas. En una PC son tantos los quilombos que aprendés, la desarmas, le cambias las placas, etc. En un momento sos un técnico. Como diseñador me gusta la cara de diseño que tiene todo de Apple. Pero la posta de Mac está en el sistema operativo que funciona bien. El sistema toma tantas decisiones por el usuario que hace que vos ni te entres de por qué pasó tal cosa. Mac me parece que hace que tu vida sea más simple porque tenés que destinarle menos tiempo a las problemáticas de una computadora. La gente que usa PC se vuelve loca.
¿Cómo ves el futuro del diseño local y cómo te ves vos en el futuro?
Lo veo más relacionado con una cuestión artística y no netamente comunicacional como tiene que ser el diseño. A Carlson cuando le decían que lo de él era arte porque el diseño tiene que comunicar, él decía ¿el arte no comunica?. Obviamente el arte comunica. Ahora, el arte tiene una licencia muy grande que es que la persona que pintó eso lo pintó en un determinado estado y no lo pintó con un fin de que todo lo decodifiquen de igual manera.Ahora bien, el diseñador no puede tomarse esa licencia de que cada uno lo decodifique de manera distinta. Si haces un cartel de salida, la gente lo tiene que decodificar como salida. Creo que el diseñador tiene que ser conciente de que su comunicación tiene que ser efectiva y que tiene una finalidad determinada: comunicar esto de la manera más clara y fácil posible. No así el arte.Veo que va a haber dos ramas muy marcadas. La gente que estudió diseño y que utiliza herramientas del diseño para generar piezas artísticas y gente que estudió diseño que utiliza las herramientas para generar piezas de comunicación. La experiencia está en eso, no en quedarte en el mismo lugar. Absorber de cada lugar por donde pasas algo que te haga mejor persona y profesional.
Cuando parece que había terminado de responder, aparece otra vez su personalidad tachera: “Espero que la nafta no suba más de precio porque se complica, ¿viste? También me gustaría tener en un futuro mi propia flota de taxis, así puedo dejar de estar arriba del auto y me puedo rajar a una isla a vivir en la playa panza arriba con un fernet y una picada. Te dejo que me tengo que ir a manejar”.
Para más información:
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