Entrevista a George McCalman

Nacido en Grenada, una pequeña isla del Caribe, se trasladó con apenas 8 años a las ruidosas calles de Brookling, NY. Desde siempre recuerda haber garabateado en los márgenes, generando malestar en los maestros que trataban de hacer que prestara atención a sus clases. Con el tiempo, fueron estos mismos garabatos los que lo llevaron a, ya en el colegio, tomar la decisión de estudiar diseño gráfico y de pensar en el arte como medio para vivir, por lo que tras una entrevista con el jefe del departamento de Bellas Artes de la universidad de St. John, George McCalman comienza su carrera en el diseño.

¿Cómo te involucraste en el diseño de revistas? ¿Fue una elección consciente de carrera o de alguna manera caíste en ella?

Un poco de ambas. En el último año de facultad tuvimos un programa de pasantías, y yo no podía decidirme entre una pequeña agencia de diseño (cuyo nombre olvidé) y un puesto en una revista. Recuerdo que estaba sentado en la sala de espera de la agencia, esperando a reunirme con el diseñador principal. Estaba todo ordenado y limpio y no había música, recuerdo que pensaba que estaba sentado en el infierno. La revista se llamaba Money Magazine. Era una oficina bulliciosa con escritorios de mármol, puertas de vidrio esmerilado y gente ruidosa. Quedé atrapado. El Director Creativo era del tipo de la vieja escuela de Perry White, quien había trabajado más de una década para la revista de The New York Times y había masticado todo lo que había pasado alrededor suyo. Quedé atrapado. El departamento de arte parecía un anuncio de etnias a lo Benetton. Pensé que había llegado mi gran momento. Con el tiempo pasé por Entertainment Weekly, la cual tuvo un increíble impacto en el tipo de diseñador en el que luego me convertiría. Tuve que aprender y experimentar con tipografías a gran escala y hacerlo semanalmente. Era un aprendiz en ese momento y trabajaba con un equipo talentoso (y competitivo) que me condujo a no conformarme con la mediocridad. Recibí luego una oferta de trabajo en San Francisco, en 1999, en la revista Health, así que me mudé.

¿Trabajaste alguna vez en un estudio de diseño tradicional?

No, pero siempre me pregunté en qué clase de diseñador me hubiera convertido si lo hacía.

Llegaste a AFAR en su infancia. ¿Había algún tipo de identidad definida antes de que llegaras? En mi mente, diseñar una revista desde su nacimiento suena como un inmenso proyecto. ¿De qué manera se traduce la identidad de una revista, o su declaración de principios en su funcionamiento real o su difusión?

AFAR fue un caso único. Su fundador ya tenía una idea previa de lo que quería que representara la revista. El editor en jefe tenía un plan detallado de la dirección que quería tomar, por lo que el departamento de arte ya tenía una línea que seguir. Pero por lo general es un proceso mucho más dinámico (o sea, caótico). Trabajé/hice muchos rediseños de revistas y, aunque se pueda empezar con las más ordenadas y organizadas intenciones, usualmente deviene en un tumulto disperso de ideas y ambición versus un deadline inminente. Hay discusiones permanentes e intercambios de ideas. Algunas veces, incluso antes de que una idea sea presentada, ésta puede ser abandonada y suplantada por otra.

Cuando estás diseñando para una revista, ¿considerás su naturaleza cíclica? ¿Tratás de crear algún tipo de criterio para un año o un ciclo de suscripción?

Si, pero no desde el diseño. Usualmente las metas para la revista empiezan con el plan editorial para el año. Éste provee una brújula para nosotros con la cual navegar tendencias y temas que definen los objetivos, dándonos mientras tanto oportunidades para inspirarnos y hacer sugerencias originales. Desde ahí se define, asigna y perfecciona la dirección visual (yo sólo hago esta última parte). Las revistas son, por naturaleza, sobre comunicación, por lo que podrás imaginarte, siempre hay discusiones sobre cada detalle en el uso de las palabras y las imágenes.

¿Algo nuevo en el horizonte?

Después de 15 años de diseñar revistas, tengo la pica de probar algo más y desafiarme a mí mismo. Admiro a la gente como Tom Brown y Stefan Sagmeister, quienes hacen su mejor trabajo creando para otros por su propia cuenta. Siempre creí que hacía mi mejor diseño trabajando por mi cuenta y quise ponerlo a prueba. Lo raro y maravilloso sobre las revistas es que después de un tiempo, aprendés a diseñar de forma tan específica para quienes estás trabajando, que olvidás cómo diseñar por tu lado. Abrir mi estudio me dio la licencia para volver a eso.

¿Qué libros recomendarías para aquellos que quieren introducirse en el trabajo en una revista?

Para aquellos que estén buscando entrar en el mundo de las revistas, un mundo que sigue las tendencias del diseño y trata de mantenerse vigente a cualquier costo, les recomiendo el anuario SPD. Es una gran fuente para tener un panorama.

Debés tener opiniones fuertes sobre las revistas contemporáneas. ¿Cuáles son tus favoritas para leer y a cuáles estás suscripto?

Yo creo que cuando una revista encuentra que su editorial y su imagen están en sintonía, es algo mágico. De las revistas contemporáneas que amé (y coleccioné) Esquire a principios de 2000’s. Los primeros años de Martha Stewart. Wired a finales de 2000’s. Revista T (New York Times Section). Wallpaper*. The New Yorker. Monocle. Revistas que encuentran una única plantilla y la vuelven atemporal. Entre las actuales favoritas están todavía New York Magazine y Bloomberg Businessweek.

*Agradecemos la amabilidad de Grain Edit en brindarnos la posibilidad de traducir y publicar libremente un extracto de la entrevista a George McCalman. No sólo les recomendamos lean completa la entrevista y visiten el sitio de George, sino que también se suscriban a las novedades de Grain Edit. Esperamos seguir traduciendo y acercando a nuestros lectores nuestras notas favoritas!

Para leer la entrevista completa:

www.grainedit.com/2011/08/24/george-mccalman-interview

Para más información:

www.georgemccalman.com
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