El desasne gráfico
Por Clarisa Grabowiecki
Pasó una edición más de TRImarchi DG y nuevamente estuvimos presentes. Esta vez, Clari, nuestra enviada especial, nos da una perspectiva de lo que fueron tres días de diseño, enseñanzas y disfrute.
593 al polideportivo. Pocas nubes. Sol. Viento. Mar. La playa vacía. Mucho viento. La ciudad recibe. Compartir. Algo hecho de forma genuina. Sin vueltas. Respirar un aire de alegría. Hacer algo que sea un cielo despejado.
Una de las cosas más valiosas que hay hoy es la posibilidad de adueñarse de los espacios en los que se participa, aunque sea de manera temporal. Es decir, que el derecho de piso sea para todos. Desde esperar en el pasto descansando, escuchando buena música o la hospitalidad en el trato de la gente que organiza, hasta sentarte en la última butaca del estadio para ver y escuchar perfecto. No es poco sentirse bien recibido.
Fueron días de aprender, conversar, respirar diseño. Nos juntamos a festejar el hacer, el saber y el transmitir conocimiento, viendo procesos de trabajo e ideas que mutan y crecen hasta que se materializan.
Si me quedo con algo después de estos tres días intensos en TMDG es con lo que dijeron los chicos del estudio Plenty acerca de la vuelta al handmade, produciendo mitad en la computadora, mitad a mano. Ellos hablaron de la perspectiva que otorga generar situaciones en el espacio para luego llevarlas a una imagen digital, pero de esta forma salir de la computadora. A su vez, Lawrence Zeegen hablaba de la importancia de teorizar conceptos. Él, habiendo llegado a la mitad de su vida, descubrió a lo largo de los años que no solo se trata de hacer sino también de pensar y escribir acerca de lo que se hace.
Martha Cooper con su impresionante valija de fotografías desde los años 70 a esta parte, mostró situaciones de artistas callejeros y técnicas varias del graffiti. Había algo mágico en su forma de relatar, la pasión y brillo en sus ojos o tal vez solamente lo hermoso de tener una mirada desde adentro de la escena. Martha demuestra que no solo se trata de estudiar algo, sino también de vivirlo.
Me acuerdo de la charla de Bob Gill cuando repetía: “the statement!” cada tres palabras y al final una chica le dijo: “¿qué consejo darías a los estudiantes?” él contestó: “si todavía no captaste el mensaje podrías dedicarte a la peluquería”.
Y a la noche la danza ritual compartiendo una misma energía. Sonoridad en el aire y colores brillando en las pantallas. Buenas noches TRImarchi, que sea hasta la próxima.
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