Al grito de la música y el diseño
Por Mágico Johnson y Luisa
En esta oportunidad les mostramos los trabajos de Ahijuna, el estudio que demuestra que amigos, música y diseño se pueden llevar muy bien.
Entre toda la gente que pasó por la terraza de DFCL contamos con algunas de las personalidades más interesantes del arte, el diseño y la música. Vincent Moon, Valentina, Jef Maarawi, entre otros, nos acompañaron en muchas de nuestras noches muyricotodenses. En nuestro último evento, tuvimos la suerte de conocer a Fandango, un interesante grupo del mismo estilo musical, que ganó tantos fans como los invitados que estaban presentes. Tano y Pablito, dos de sus integrantes, son además, dos amigos y diseñadores que hace más de 5 años llevan adelante el estudio Ahijuna, un buen ejemplo de que se puede lograr el combo laboral perfecto: música, amigos y diseño.
¿Podrían contarnos cómo comenzó el estudio?
Ahijuna comienza a mediados de 2007 como un proyecto de dos amigos que intervenían los avisos de la vía pública con elementos encontrados en la calle, entre la basura y los volquetes. En esa época había mucho engrudo, aerosol, cal, tinner y ganas de experimentar por las noches. En algún momento este hobby se transformó en un proyecto laboral cuando empezamos a necesitar un ingreso para vivir. Del street-art anárquico se pasó al graffiti un poco más tradicional y así comenzaron los shows de graffiti en vivo en eventos junto con un interés por el diseño gráfico como medio de vida. Compartíamos también un espacio en la música tocando juntos en una banda punk. Fue así que entre las paredes, la música, los eventos, filmaciones y deejaying, trabajos de verano en alguna gráfica, el CBC y la facultad empezaron a aparecer los primeros laburos de identidad y web sobre todo.
Los primeros pasos se dieron en un altillo. Al principio no teníamos ni puerta, razón por la cual pasamos muchas noches trabajando tapados con frazadas y una sola computadora. Cursábamos nuestros estudios en la facultad cuando empezó a haber más caudal de trabajo. Muchas veces no teníamos la menor idea de cómo hacer lo que los clientes nos pedían (cosa que sigue pasando a menudo) pero de alguna manera nos arreglábamos para resolver los problemas que se iban presentando. Así fue como aprendimos la mayoría de las cosas.
Nuestros primeros trabajos fueron muy divertidos, los clientes eran muy raros. Gente muy particular, cada uno con sus rayes. Reuniones en lugares insólitos, oficinas del microcentro, restaurantes muy conchetos… muchas veces nos tentábamos en las reuniones, se pilotearon muchas situaciones (risas).
Ahijuna!
Lo más difícil fue para nosotros lo más fácil: elegir el nombre. Teníamos clara la intención. Ahijuna fue como un grito de guerra. Buscábamos algo sencillo, conciso, un poco desfachatado y con cierto atrevimiento. El Tano dijo “Ahijuna!” y Pablito dijo “dale!”.
A principio de 2008 lanzamos el primer sitio de Ahijuna mezclando algunos trabajos de la facultad, otros que habíamos hecho por separado y unos pocos que teníamos para clientes concretos, pero se fue completando mas rápido de lo que pensábamos. Los siguientes 3 años nos pasaron muchas cosas buenas en cuanto a lo laboral. Siempre tratamos de mantener un equilibrio entre el caudal de clientes, la calidad de los trabajos y sobre todo proyectos personales. Nunca descuidamos nuestro interés por el arte y el diseño en pos del dinero o el progreso económico, y eso es lo que hace que hayamos podido construir nuestro camino en la dirección que queríamos.
A fines de 2011 nos mudamos a un lugar más grande y armamos el estudio que está en constante transformación. Aquí es donde ilustramos, animamos, diseñamos, ensayamos y recientemente armamos un estudio de grabación semi-profesional.
Ahijuna se compone de una parte conceptual, preocupada por la idea general, el por qué de las cosas y la coherencia, y una parte minuciosa abocada a la presentación, la vanguardia, el detalle y la estética. En este sentido nos complementamos muy bien, siempre hay un buen feedback y cada día aprendemos mutuamente a trabajar mejor.
¿Cómo pueden describirse ustedes como estudio, el tipo de trabajo que hacen, sus clientes… qué trabajo quisieran hacer?
AHIJUNA es “Disegno&Musique”. Esas son las dos disciplinas que rigen nuestro trabajo, y su articulación es en lo que tratamos de especializarnos. Lo concebimos como una unidad, no hay una cosa sin la otra y son complementarias. Todo diseño tiene su banda sonora y toda pista de audio tiene su carátula e imágenes que la acompañan. Tratamos de abarcar todos los sentidos posibles, quizás algún día podamos abrirlo incluso a algo aún más sensorial, por ahora lo hacemos y lo disfrutamos así.
Muchas veces nos preguntamos qué era lo que nos identificaba como estudio y la respuesta siempre estaba ahí al alcance de la mano. Diseño y música era lo que hacíamos todo el tiempo. Ahijuna ya sonaba bastante criollo así que decidimos abrirlo un poco y se consolidó el concepto de “Disegno&Musique”. Estamos en un proceso creativo constante y no nos alcanza el tiempo para hacer todo lo que quisiéramos. Muchas veces se vuelve un descontrol artístico que hay que aprender a controlar. Dedicamos mucho tiempo a proyectos personales y se mezcla mucho con los trabajos para clientes. Tratamos de mantener siempre un equilibrio entre estas dos cosas para que no falte ninguna de las partes.
También solemos mezclar mucho con otras facetas de nuestra vida. Así como nosotros compartimos una amistad previa a lo laboral también tratamos de incluir a nuestros amigos en los distintos proyectos del estudio. La idea es que todos podamos nutrirnos de lo mismo y ayudarnos en la medida que podemos. Cada proyecto del estudio es solo una forma de ordenar u organizar lo que hacemos día a día y una excusa para divertirnos diseñando distintas piezas gráficas, discos, animaciones, y un currículum musical que cada día tiene más forma.
Uno de nuestros trabajos favoritos es el disco “Espuma Libertad” de Los Heladeros Del Tiempo, con sus 2 EPs. Fue un proceso muy divertido que llegó con un material muy interesante en lo musical y en lo conceptual. Frankie Langdon tenía un personaje y una historia en la cabeza y trabajamos en conjunto para la creación del Capitán Crustáceo y el desarrollo de todo su mundo, incluso desarrollamos una locación para estas historias llamada Puerto Cunningham, con mapa y todo, muy divertido! Muchas veces estas reuniones sucedían en Il Ballo Del Mattone, y de tantas idas y vueltas conocimos a Adrián Francolini (alma matter y capo maffia de la “piccola italia” de Palermo) quien se terminó convirtiendo en otro de los clientes más emblemáticos del estudio. Son amigos de la casa y gente con la que nos gusta compartir nuestro tiempo, trabajar en conjunto y desarrollar ideas y procesos creativos. Aprendemos mucho también, así el estudio se abre a otras disciplinas y terminamos, por ejemplo, tocando y haciendo distintas performances en Il Ballo así como también grabando algunos arreglos para el último material de Los Heladeros.
Otra experiencia muy copada fue hacer la música para Los Pibes Del Puente, una miniserie transmitida en la TV Pública y producida por Nunca Jamás. Este fue nuestro debut oficial, por llamarlo de alguna manera. Fue un gran desafío, había muchas instancias y facetas del film que teníamos que musicalizar. Ahí pudimos bajar todos los conceptos que solemos manejar en diseño, pero aplicados a la música.
Nuestra idea es seguir mezclando esos dos universos. Producir ideas que abarquen lo musical y todo el paquete visual. Lo mismo nos pasa con las animaciones, pretendemos poder dirigir todo el proceso, como un combo donde hacemos la animación y la música del proyecto. Algo así nos pasó con Up Parties, donde participamos del guión, hicimos el storyboard y la producción musical de la invitación para el evento.
El diseño gráfico para nosotros termina siendo una excusa para expresar lo que queremos, para cerrar ideas de un universo más grande y bajarlas en un sistema complejo donde la música forma parte de alguna apertura del mismo. Tenemos la característica de expandir la visión sobre el universo audiovisual y poder adaptarnos a gran variedad de lenguajes, por eso nos gusta decir que hacemos de todo, ya que si bien hacemos música tradicional con Fandango también hacemos cumbia electromonstruo con Ultratumba y así.
¿Cuáles podrían definir como sus influencias, qué es lo que más los inspira para trabajar?
Nuestras influencias, son la gráfica tradicional, el lettering pesado, la música de antaño, los discos de vinilo, el “hazlo tu mismo”, los gitanos y las casas rodantes, los dibujitos animados, los movimientos de vanguardia y los manifiestos, unas buenas curvas (de Illustrator), el Mac Caco y Robert Crumb juntos bailando en la puerta del Hades.
Muchas veces también creemos que lo que más nos inspira es una buena merienda. Siempre fue el lema. Juntarse entre amigos, divertirse y aprender juntos. Solemos cebarnos mucho el uno al otro. Hay muchísimos desafíos interesantes y nos gustan los desafíos. Nos gusta estudiar y meternos a fondo en las cosas que nos interesan. Esto siempre da frutos y resultan ser muy ricos.
¿Qué están haciendo ahora y cuál es el futuro de Ahijuna?
Ahora estamos en pleno proceso de producción del nuevo disco de Ultratumba (Ultracumbia 2013). Estamos editando el primero y el nuevo en una edición simultánea, ya que el “Cumbia Monstruo!” nunca se imprimió y el nuevo lo estamos terminando. También estamos preparando una nueva gira junto a Fandango, como siempre en casa rodante y esta vez por el litoral argentino. Ahí también se mezcla todo, llevamos discos de los Heladeros, Ultratumba, Fandango y Anuarios de Ilustradores (un proyecto multitudinario muy lindo del que participamos año a año junto a muchos amigos).
En fin, esta mezcolanza es Ahijuna y el futuro nunca se sabe… nosotros venimos del punk donde gritábamos “no future” a voz podrida. Por eso tratamos de vivir nuestro sueño día a día en el presente. Construir nuestro camino desde la independencia. Queremos lo que hacemos y tratamos de hacer lo que queremos en la medida en que podemos.
Para más información:
www.ahijunaestudio.com.ar