Cómo resucitar muertos teatrales

Si nos permitimos una mínima generalización, podríamos dividir al público porteño en dos grandes grupos. Por un lado, quienes buscan una experiencia más que un argumento, descreen de toda ficción cerrada en sí misma, no se sorprenden en lo más mínimo si el espectáculo en lugar de ser en un teatro es en una fiambrería y que han visto a actrices hacer pis en medio del escenario. Por otro lado, están los que a veces buscan reír, otras veces llorar y otras reflexionar, pero siempre quieren una historia bien contada. Estos dos grupos no pueden ir juntos al teatro porque donde uno disfruta el otro se escandaliza, en el mejor de los casos, o se aburre hasta el coma, en el peor.

Como integrante del primer grupo, me enfrenté con muy mala predisposición a Alfaguarra, al ver que la escena era un tradicional living y los personajes tradicionales caricaturas del fracaso. Si ahora me encuentran escribiendo sobre este espectáculo no es sólo porque fui sorprendida por giros argumentales, ni porque la reflexión final me dejó dudando entre la ironía y la seriedad, ni siquiera por las risas que me arrancó, sino porque sospecho que esta obra logra alcanzar a ambos tipos de público. En efecto, como sugiere en una primera impresión, Alfaguarra cuenta una historia, con sus personajes, una escritora exitosa y tres fracasadas, los enfrentamientos entre ellas, la clásica estructura de introducción -las escritoras reciben a su compañera premiada ocultando su macabro plan de venganza con falsas felicitaciones-, desarrollo -se cruzan sospechas y se ponen las cartas sobre la mesa- y desenlace, así como la indispensable sorpresa antes del final. Por lo tanto, quien busque la ficción, la encontrará sin problemas. Pero la “cuarta pared” que protege esta ficción se va haciendo más débil a medida que la caricatura de la caricatura puede convertirse en algo diferente, en una reflexión sobre esas formas teatrales que siguen apareciendo en el teatro y el cine argentino a pesar de pertenecer al siglo pasado y haber sido vistas hasta volverlas gastadas, aburridas y muertas.

Así es como Alfaguarra le ofrece al espectador que quiere algo más que una historia, una experiencia, una resurrección. En lugar de aparecer como formas muertas, estos personajes resentidos, estos enfrentamientos y revelaciones absurdas son resucitadas en escena desde otra mirada. Dependiendo de quién la dirija, esa mirada puede ser más irónica, más crítica o más amorosa, pero en todos los casos es inevitablemente cómica.

Alfaguarra
Todos los viernes hasta el 2 de junio a las 23 hs, en Teatro Nün, Juan Ramirez de Velazco 419, CABA
Entradas: 250 / 200
Autor: Tadeo Pettinari
Dirección y adaptación: Emanuel D’Aloisio
Actrices: Marisa Vernik, Lorena Rovatti, Paula Rubinsztein, Noemí Susana Ron