Gritos y susurros
Por Chava
El pasado siempre se proyecta sobre el presente, de una u otra manera. ¿Y ahora cómo sigo? es una ficción documental que propone una mirada extraña y lúdica elaborada a partir de testimonios, recuerdos e investigaciones sobre la violencia de género en la dictadura.
Hay muchas formas de contar la historia, una de ellas es a través de la construcción subjetiva de los relatos que refieren a una época en particular. ¿Cómo se apropia cada uno de lo que escucha, de lo que lee, de lo que sabe? ¿En qué medida los relatos que forman parte de nuestra memoria nos transforman? Estos interrogantes son los que se responde día a día una generación que no vivió en carne propia la última dictadura militar, y sin embargo es atravesada por su recuerdo.
¿Y ahora cómo sigo? es la pregunta que titila en la pantalla y atraviesa todo este documental dirigido por Bárbara Echevarría. El horror de la dictadura marcó un quiebre en la producción discursiva. Por muchos años el miedo trabó la lengua. Luego, en la democracia, esta historia adquirió un aire solemne, producto del respeto hacia los que ya no estaban, hacia los que no podían contar la historia. Sin embargo el tiempo pasó, y ahora es posible otras formas de apropiarse de ella para analizarla desde otra perspectiva. Así es como la obra Mi vida después, de Lola Arias propone un planteo generacional sobre los hijos de aquellos que transitaron ese período histórico. Allí son los hijos de treintaypico los que indagan, a través de los objetos encontrados, las vidas de sus padres. En ¿Y ahora cómo sigo? los que indagan en el pasado son los actores convocados a interpretar diversos personajes.
Sin aviso previo a aquellos convocados para hacer un personaje, el material seleccionado para el proyecto final fue el casting. Gracias a esto, en los 25 minutos que dura el documental, se pueden ver variaciones sobre la violencia de género en la dictadura desde la perspectiva de los actores al momento de empezar a representar sus textos. Lo que se ve entonces es cómo leen, interpretan y cuestionan dicho material. Es decir, se ve la interrelación entre un espacio ficcional contemporáneo y una realidad pasada. El video final testimonia una experiencia creativa colectiva. El proceso de escenificación de los relatos reconstruidos sobre los casos de violencia de género en la dictadura. La reflexión y la búsqueda de nuevas miradas que contribuyan a la elaboración de esta narrativa abierta.
La propuesta partía de cuerpos marcados y subjetividades atrapadas en lo que no se nombra, para dar voz a lo silenciado y crear nuevos escenarios que habilite otros sujetos de enunciación. El propósito del proyecto es crear un nuevo espacio de reflexión trabajando sobre la visibilización de la violencia de género.
Este documental fue uno de los 51 cortometrajes seleccionados para competir en el Concurso Ibaeroamericano La mujer y el cine 2011 y podrá verse los primeros días de septiembre en el Malba.
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ahoracomosigo.wordpress.com