La Corporación, en Timbre 4
Por L. S. Muta
Últimas semanas para ver la obra de Ramiro Cortez y Federico Fontan, los jueves en Timbre 4.
Cuando voy a la sala de Timbre 4, siento siempre una emoción extra. Para llegar al lugar seguro del anonimato de la butaca hay que atravesar el escenario. El jueves, tuve el gusto – fobia de que me suceda una vez más.
Llegué con un poco de ansias, con apuro por desabrigarme. Inmersa en la dispersión previa al inicio, me encontré atravesando un escenario habitado.
La escena ya comenzada, un cuerpo social, la conjunción de quince cuerpos formando un todo, un organismo.
La corporación te convoca con demora, haciéndose la distraída. Convierte a los espectadores en testigos de una escena que sucede en la oscuridad. La señora de la fila de adelante, no se da cuenta de que la obra comenzó y sigue mirando su teléfono durante los primeros diez minutos.
Nos involucran con la luz. Nos hacen estar atentos y presentes, mientras los cuerpos vibrantes están en la penumbra, los privilegiados por la luz, estamos pasivos. Desde la butaca, nada anónima, empiezo a sentir que esta incomodidad es a propósito. Con la luz de sala al mango, todos testigos del movimiento que hipnotiza como un fractal, la danza nos lleva en trance. Cambia el centro de gravedad, miramos un plano picado, la perspectiva nos ubica en un lugar privilegiado.
Finalmente, se apaga la luz, la dirección de la mirada se vuelve unívoca. Ya sin lugar a la distracción se hace presente la escena con toda su intensidad, dejamos de escuchar los jadeos de los cuerpos y sube el volumen de la música, emerge un organismo vivo que late, se contrae y distiende. Cuerpos que se exploran, se multiplican, se fagocitan, se dan a luz.
Lo despojado de la escenografía se equilibra con el modo de habitar el espacio de los intérpretes, y la fuerza poderosa de la música creada para esta pieza.
La escena brilla. Los cuerpos danzantes se vuelven en cada cuadro más virtuosos y hábiles. La forma es orgánica e hipnótica. Es todo intenso lo que sucede en escena. La señora de la fila de adelante, ni por asomo se anima a agarrar su teléfono ya.
La corporación
Dirección: Ramiro Cortez, Federico Fontan
Elenco: Ariel Calderón, Jazmin Cañete, Victoria Castelvetri, Julieta Ciochi, Lucia Giannoni, Diego Gómez, Juliana Gonzalez Carreño, Natalia López Godoy, Paz Masi, Rocío Mercado, Mauro Podesta, Sebastián A Reinoso Salinas, Lucila Sol, Abril Lis Varela, Emanuel Zaldua
Música: Martin Minervini
Iluminación: Paula Fraga
Asistencia general: Lucia Giannoni
Teatro Timbre 4, México 3554, CABA
Jueves 22:30
Para más información:
www.timbre4.com/teatro/176-la-corporacion.html