Lejos de la verdad

Se supone que las estrellas son seres humanos como cualquiera, incluso las de Hollywood, esas que tienen una vida tan radicalmente diferente a la de estas latitudes que ni siquiera nuestras estrellas pueden imaginar. Se supone que hay para ellos una vida real, con poros dilatados, uñas quebradas y várices en las piernas. Podríamos suponer que un espectáculo como Esplendor (dirigido por Gustavo Tarrío) sobre la muerte de una estrella de Hollywood parte de la premisa de que existe esa realidad, y por lo tanto una verdad puede ser descubierta. Una verdad ajena, justamente, a ese esplendor. Pero si somos realistas, si observamos la enorme distancia entre una estrella del siglo pasado como Natalie Wood y un teatro del Abasto, tenemos que admitir que si esa realidad existe, nos es inalcanzable y completamente ajena. Entonces ¿por qué ver (y hacer) una obra sobre el último día de Wood?

Una de las posibles respuestas es que las circunstancias de esa muerte parecen salidas de una película de suspenso: una famosa actriz y su marido invitan a un joven actor a su yate (llamado Esplendor en honor a una de las películas de la actriz) donde sólo estaban ellos y el capitán. Por la madrugada, el marido pide ayuda por radio, ya que su mujer no está en el yate. A la mañana siguiente encuentran el cuerpo de la actriz, lleno de moretones, flotando en el agua. Los rumores sobre un posible encuentro sexual entre el marido y el joven actor aumentan el interés escandaloso del asunto.

Sin embargo, lo más interesante del caso es que, justamente porque la verdad se nos escapará siempre, podemos hacer lo que queramos con esta historia. Y eso, justamente, es lo que hace el dramaturgo Santiago Loza. Reemplaza la presencia del capitán por la de una hermana, Lana, quien en realidad en el año de los hechos (1981) ya era una famosa actriz y chica Bond, pero en el teatro se vuelve una fracasada resentida, viviendo siempre a la sombra de Natalie. Así como los protagonistas pueden moldearse, todo en escena se vuelve plástico: la escenografía, los cuerpos, las voces, la música, incluso el concepto mismo del agua. Así esta historia trágica, que podría ser solemne, vira hacia el humor y se convierte en un juego, muy lejos de la realidad.

Esplendor
Autor: Santiago Loza
Director: Gustavo Tarrío
Elenco: Moro Anghileri, Patricio Aramburu, Eddy García, Valeria Lois
Música: Carmen Baliero
Escenografía: Gustavo Di Sarro
Teatro del Abasto, Humahuaca 3549
Lunes 21 hs