Cadenas, magma y violencia
Por Sofía Castaño
Sofía Castaño nos deja su última reseña teatral del año, una mirada particular sobre La Wagner, de Pablo Rotemberg, en el teatro Espacio Callejón.
Podríamos decir que hay una cadena de lectura y escritura, que empieza en Richard Wagner (compositor alemán del siglo XIX), pasa por Pablo Rotemberg (coreógrafo argentino actual), después por mí (escritora infinitamente menos ilustre que los dos anteriores) y al final, por vos (insertar descripción), todos involucrados en el espectáculo La Wagner. Entonces yo tendría que contarte mi lectura del espectáculo, convirtiéndola en escritura, en cuyo caso desarrollaría la siguiente idea:
La Wagner es un espectáculo de danza que intenta representar la violencia, y lo hace efectivamente porque se asegura de que esa representación siempre sea evidente (nunca pensamos que los actos de violencia son reales) y porque obliga al espectador a ser consciente no sólo de la representación sino de sí mismo como observador.
Pero también podemos decir que todos los elementos de esta supuesta cadena (vos incluido) estamos flotando en un magma cultural, en donde pasado y presente se modifican entre sí, donde nuestra visión de la música, las imágenes y las ideologías del pasado, se ven modificadas por nuestras experiencias culturales actuales. Pero mejor evitemos las abstracciones excesivas: mi visión de la danza, de la representación de la violencia y de la presencia de las problemáticas de género en el arte se vio profundamente modificada por los espectáculos de Pablo Rotemberg. Es como si toda la vida te rodearas de personas que te humillan y de a poco empezás a encontrar gente que te trata con respeto: cuanto más te acostumbrás al respeto, menos aceptás el maltrado. Porque ahora te das cuenta.
En nuestro magma cultural hay millones de representaciones de la violencia, infinitas representaciones del cuerpo femenino, incontables formas de convertirnos en voyeurs (protegidos por el anonimato) de la violencia sexual, formas de disfrutar de la violencia efectiva sobre otros y convertirla en espectáculo. Con la excusa de la ficción, la denuncia, el arte o el entretenimiento, nos regodeamos en la humillación ajena. En este magma tiene un sentido particular un espectáculo en el que la violencia se representa a través de cuerpos de mujer desnudos sobre los que en ningún momento se ejerce una violencia efectiva. Incluso el vestuario (sólo vendas, calzado y rodilleras) apunta a la protección. Si fuera una película, una pintura o un video de YouTube, podrían surgir otros interrogantes, pero como es un espectáculo teatral, surgen estos: la desnudez de estas mujeres, nuestros ojos sobre ellas, ¿son una forma de violencia?, ¿o ellas, en tanto sujetos, en tanto artistas, ejercen su derecho a exhibirse?, ¿los espectadores somos lo que se exhiben (ante las bailarinas y ante los otros espectadores) como observadores de cuerpos desnudos? En el magma del desnudo incuestionado, el hecho de que surjan estas preguntas dispara modificaciones en nuestra forma de mirar los otros desnudos, los otros cuerpos, las otras formas de violencia que no son simuladas sino efectivas, y nos convierte en cómplices o en enemigos de las incontables formas de convertir la violencia (real, aunque simule ser ficción, aunque simule ser simulación) en espectáculo, porque ahora sabemos que hay otras formas de representar la violencia sin festejarla ni ejercerla. Porque ahora nos damos cuenta.
La Wagner
Dramaturgia y dirección: Pablo Rotemberg
Coreografía: Ayelén Clavin, Carla Di Grazia, Josefina Gorostiza, Carla Rímola, Pablo Rotemberg
Intérpretes: Ayelén Clavin, Carla Di Grazia, Josefina Gorostiza, Carla Rímola
Teatro: Espacio Callejón, Humahuaca 3759, CABA.
Teléfono: 4862-1167
Sábados 21 hs.
Entrada: $150/$100